jueves, 20 de septiembre de 2012

Bisonte de la cueva de Altamira



Las pinturas fueron hechas hace unos 15.000 años, y representan a bisontes, caballos, ciervas, toros, signos y máscaras zoomorfas. Las pinturas están realizadas con pinturas ocres de origen natural, de color rojo sangre y contornos en negro. En ocasiones, el artista utilizó los salientes de las paredes para dar a las figuras sensación de relieve. En conjunto, se trata de 70 grabados realizados en la roca y cerca de 100 figuras pintadas, en las que merece la pena atender al gran realismo de las imágenes y al excelente uso de la policromía. En el vestíbulo existía un yacimiento excavado de antiguo, en el que se encontraron niveles solutrenses y magdalenienses con interesantes piezas de arte mueble. En definitiva, se puede afirmar que las pinturas de Altamira son el más importante logro de la Humanidad en el periodo paleolítico. Es de lamentar que las visitas incontroladas y las obras de protección que el yacimiento ha sufrido a lo largo de este siglo hayan deteriorado casi irreparablemente las pinturas, hasta el extremo de que ni siquiera el cierre de la cueva garantice, sin un estudio en profundidad que todavía no se ha hecho, la conservación del más valioso de los elementos del Patrimonio Arqueológico peninsular.


Taula de Torralba d' en Salort



Foto panorámica del recinto de taula de Torralba d’en Salort hecha por el arquitecto Víctor Tolós Michavila desde la grúa que usó en los trabajos de consolidación de dicho recinto, tras finalizar la excavación.
Autor: Anónimo
Fecha: Siglo VIII a.C.
Características: Santuario ceremonial
Dirección: -
Lugar: Menorca 

La Taula es, por excelencia, el monumento ceremonial más emblemático de Menorca. Construida en la época talayótica, se trata de un santuario cuyo recinto tiene forma de herradura, parecido a los de Mallorca pero que, a diferencia de estos, tiene un gran monumento central que se asemeja a una mesa, lo que le da el nombre (taula es "mesa" en catalán).
La taula de Torralba d'en Salort (Menorca) sobrepasa los cinco metros de altura, mientras que otras no alcanzan la mitad de esa dimensión. Las taulas son construcciones relativamente sencillas, que constan de una piedra soporte, clavada verticalmente sobre el suelo, sobre la que se coloca otra horizontal, a modo de capitel, con amplio vuelo. En torno a la taula se levanta un recinto cuya fachada principal es recta o ligeramente cóncava, mientras que el resto de la estructura tiende a la forma absidal. La taula se alza en el interior del recinto, frente a la puerta de acceso abierta en el centro aproximado de la fachada principal. El paramento interno del muro que delimita el recinto alterna lienzos de mampostería con grandes lajas y pilastras dispuestas sobre basas de piedra. Es frecuente que entre cada dos de esas pilastras el lienzo de la pared tienda a una disposición ligeramente curva, formando una especie de recinto que en su nivel inferior presenta en ocasiones bancos corridos. A veces, en las paredes se abren nichos cuidadosamente dispuestos. La orientación de la mayoría de estos monumentos oscila entre Sur-Sudeste y Sur-Sudoeste. Tanto el tamaño de las taulas como el de los recintos que las acogen son muy variables.