jueves, 8 de noviembre de 2012

Ménade Furiosa


Scopas nació en la isla de Paros hacia el 380 a.C. y trabajó en el peloponeso y Asia Menor. Contemporáneo de Praxíteles, su temperamento artístico, sin embargo, es muy diferente de aquél. Si Las esculturas de Práxiteles mostyraban un estado de lánguida meláncolía y ensoñamiento, a las esculturas de Scopas, por el contrario, le mueve un sentimiento d epasión violenta y desenfrenada.

Esta escultura muestra a un sacerdotisa de Dionisos en pleno delirio religioso. Con el cuerpo arqueado violentamente fruto del baile desenfrenado, la túnica se desata dejando ver parte del cuerpo y la cabellera cae sobre la espalda creando un ritmo de líneas sinuosas y claroscuros.Su figura está concebida para ser vista de lado, desde donde su movimiento se manifiesta con una viveza y un patetismo que no tienen precedentes en el arte clásico.

Templo de la diosa local Aphaia



Arquitectura de la alta época clásica
Época: alta época clásica
Inicio: Año 500 A. C.
Fin: Año 450 D.C.
Antecedente:
Siguientes:


A comienzos del siglo V el orden dórico se acerca a la consecución definitiva del ideal del templo clásico. Dos monumentos de distintas características, el templo de Aphaia en Egina y el Tesoro de los Atenienses en Delfos, ilustran el proceso con claridad. 
Por los años 500-490 los eginetas levantaron un templo en honor de una divinidad local, la diosa Aphaia, asociada o asimilada a la Atenea griega. Es el templo mejor conservado de los que quedan en suelo griego y se halla enclavado en medio de un paraje natural, todo lo cual justifica con creces la visita a la isla de Egina. 
La planta responde al modelo dórico tradicional, hexástilo y períptero, y la cella adopta una estructura simétrica, precedida de pronaos y con opistodomos adosado, ambos con columnas in antis. El espacio interior de la cella se divide en tres naves, más ancha la central que las laterales, por medio de dos filas de columnas que, además, sustentan un orden superior. El material utilizado para la construcción fue la caliza local estucada, de extraordinaria blancura, origen de la luminosidad que irradia el templo. No obstante, su mayor atractivo es el efecto armonioso que representa un logro inmenso por parte del arquitecto y que consiste en dar al traste con la pesadez del dórico arcaico. 


http://www.artehistoria.jcyl.es/arte/contextos/2894.htm