martes, 17 de febrero de 2015

San Francisco predicando a los pájaros

Nos encontramos ante una obra pictorica de arte gótico, concretamente ante la pintura realizada por Giotto, San Francisco predicando a los pájaros. Hecha en 1298, al fresco, con unas dimensiones de 270x200 cm. Situada en la Basílica alta de San Francisco, en Asis.
San Francisco predicando a los pájaros es una de las obras más interesantes de todas las representaciones llevadas a cabo por Giotto, con episodios de la vida del santo de Asís. La obra estaba basada en la "Legenda maior" de San Buenaventura, recogiendo el pasaje del capítulo X: "Estando el beato Francisco en Bevagna predicó a muchos pájaros los cuales, exultantes, alargaban el cuello, batían las alas, abrían los picos, le tocaban la túnica; y todo esto lo veían sus compañeros que le esperaban en el camino". Giotto ambienta el episodio en plena naturaleza, un paisaje de rasgos muy sumarios que sirve de marco excepcional y convincente para la representación del sermón de San Francisco. La figuración de algunos árboles y la línea del suelo son los únicos elementos para la significación del argumento. Sus colores apagados potencian la fuerza volumétrica de las figuras, a la vez que se relaciona ambos con una gama cromática de similares tonos. Los pájaros se arremolinan ante las palabras dirigidas por el santo, unos en el suelo, otros en el tronco del árbol de la derecha, algunos volando libremente alrededor de los dos franciscanos. Giotto, como en la escena compañera de ésta, el Milagro de la fuente, representa a un acompañante que expresa con su rostro la perplejidad de lo que está aconteciendo. Sus manos también caracterizan su reacción. La importancia de la escena, lo que es evidente por su localización a las puertas de la basílica, está determinada por ser un auténtico símbolo del camino por el que optó San Francisco en su vida y, por ende, una metáfora del espíritu de pobreza y amor a los componentes de la Naturaleza que representa su orden. La escena es altamente emotiva y clarificadora para el fiel que llega al templo de Asís para adorar al santo. Sin duda, una de las escenas más simples pero más aleccionadoras y expresivas de todo el ciclo que representó Giotto en Asís. Ademas de esta imagen, podemos encontrar en esta basílica, la representacion de la muerte del santo, tambien realizada por Giotto, donde se muestra su ascensión al cielo. Esta obra la completan otras ocho pinturas, donde se representa la vida del Santo. 

Lonja de Valencia

Nos encontramos ante una obra arquitectónica de arte gótico, concretamente ante la Lonja de Valencia. Se comenzo a construir en 1482 y finalizo el 19 de marzo de 1498. tenía como objetivo servir de escenario a subastas,actos festivos,reuiniones de todo tipo y operaciones de contratación, al mismo tiempo que se convertía en sede del Tribunal Mercantil. Inspirada en el modelo de la Lonja de Palma Mallorca. Nos encontramos ante un edificio de planta rectangular, con un gran salon de ocho columnas funiculares, con un pequeño baqueton en las aristas. El edificio se divide en 3 naves longitudinales. Cuenta con 16 columnas adosadas que soportan el peso de la bóveda, cuyos nervios recuerdan a las hojas de una palmera. Destaca la techumbre dorada de la nave principal. La capilla presenta una bóveda de crucería formada por una estrella octogonal. En el edicifio tambien se destaca la torre(con escalera de caracol) y el patio de los naranjos.
El edificio fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1996.

Frontal del altar con los martirios de San Quirze y su madre Santa Julita

Nos encontramos ante una obra pictorica de arte románico, concretamente ante el frontal del altar  con los martirios de San Quirze y su madre Santa Julita, de autor desconocido. Realizada en el 1100 y realizada al temple sobre tabla. En la pintura encontramos diferentes narraciones; 
El atroz martirio al que fueron sometidos ambos santos durante la persecución contra los cristianos desarrollada en tiempos de Diocleciano. De tales hechos existen diversas tradiciones, en ocasiones con argumentos divergentes. Pero siguiendo el relato que nos ofrece la misma pieza, podemos resumir señalando que Julita, apresada en la ciudad de Tarso junto con su hijo Quirce (o Quirico) de tres años de edad, se negó a prestar pleitesía al emperador, por lo cual ella y su hijo fueron conducidos al martirio, que es lo que nos narra el autor, un conjunto de tormentos casi indescriptibles: inmersión en un caldero de aceite hirviendo, cuchilladas diversas, martilleo de clavos en el cráneo y, si no fuera suficiente, aserrado final del cuerpo hasta deshacerlo en diminutos trozos.
En el frontal, las cuatro escenas laterales nos describen las escenas del martirio organizadas en cuadrados, a modo de viñetas. El centro de la pieza se reserva para una verdadera almendra mística en la que la habitual imagen de Jesús ha sido sustituida por la madre y el hijo, aureolados de santidad. Las virtudes de su pasión les hacen acreedores de este lugar tan destacado.
El tratamiento de cada escena presenta los típicos rasgos de la pintura románica de esta zona geográfica: el alargamiento de las figuras y la simplificación de los volúmenes, los fondos planos y la ausencia de toda perspectiva, los colores bien definidos y el silueteado de cada figura mediante líneas dibujadas en negro. Pero el artista ha querido que al espectador no le pasen desapercibidos los dolores que padecieron ambos santos a lo largo de su martirio y, al mismo tiempo, la resignación cristiana con la que los soportaron. Ni la sierra que atraviesa el cuerpo en vertical, ni los clavos que penetran en la cabeza, ni las espadas que hieren la carne, ni siquiera el caldero con las vistosas llaman que calientan el aceite que contiene en su interior... nada de ello hace dudar de su fe a estos mártires, de quienes más bien podría decirse, a juzgar por las escasas expresiones de su rostros, que ya son conocedores de que la gloria eterna se abre para ellos tras estos suplicios. 
Los cadaveres una vez muertos fueron esparcidos en diminutos fragmentos a los cuatro vientos, para que no pudieran ser sepultados. 

Saint-Front de Perigueux

Nos encontramos ante una obra arquitectónica de arte rómanico, concretamente ante la catedral de Saint-Front de Périgueux(1120-1160 y restaurada en 1852 por el arquitecto Abadie). Comenzada después del incendio de la anterior basílica en 1120, sigue el modelo cruciforme de la iglesia bizantina de San Marcos de Venecia disponiendo una cúpula en cada uno de los brazos de la cruz, creando una excepcional hilera de cúpulas. A pesar de su parecido exterior con la iglesia de Santa Sofía de arte paleocristiano,Saint-Front es uno de los edificios románicos que más claramente acusan las influencias bizantinas, seguramente por la familiaridad que los cruzados tuvieron con el empleo de cúpulas visibles exteriormente.
Saint-Front es una iglesia de planta centralizada de cruz griega que esta formada por 2 naves iguales que se cruzan en el centro perpendicularmente en el centro. Tiene como elementos principales los pilares, arcos y cubiertas. Sus arcos se caracterizan por estar horadados para poder circular a traves de ellos. La cubierta esta formada por cúpulas sin tambor, pero con ventanas a sus lados. El tramo está delimitado por cuatro columnas y arcos fajones(Carece de transepto).La cabecera la forman 3 absides escalonados.Se caracteriza por su campanario,dentro de este campanario se localiza el carrillón compuesto por 7 campanas "de repique" y 10 campanas fijas. Es famoso en toda Europa. Saint Front de Périgueux es una catedral dedicada a San Frontis, legendario evangelizador del Périgord en el siglo III y primer Obispo de Périgueux. Sus cenizas descansaron en esta catedral hasta 1575. Los hugonotes (calvinistas franceses) las sacaron de su tumba y las arrojaron al río Dordoña, río que atraviesa la ciudad. Saint-Front se encuentra en una ciudad que se encuentra en el Camino de Santiago dentro de la llamada Vía Lemovicensis, que partiendo de Vézelay se dirige a Ostabat para unirse con otras vías francesas.