martes, 26 de enero de 2016

Tímpano de Santa Fe de Conques

Nos encontramos ante un conjunto de representacines gráficas acotadas una profunda arquivolta en bóveda de cañón con arco de medio punto. Devido a esto podemos deducir que se trata de la decoración escultórica de un tímpano.Podemos observar como en el centro de la imagen, el Miestas Domini preside el tímpano. También se puede observar la recreación del Juicio Final mediante mostruosas figuras, sobre todo en la parte superiopr al dintel.También se puede ver diferentes iconografías como ángeles, sacerdotes, la cruz..También se observa como el tímpano se encuentra en negativo, es decir, existe un abocinamiento haci el interior. Y por último, se pueden ver algunas imágenes descoloridas dando lugar a pensar de que podía ver existido una policromía.


Atendiendo a la teoría, podemos saber que nos encontramos ante la representación del Juicio Final(1130-1135)en el tímpano de la abadía cluniacense de Santa Fe, Conques(Francia). Se trata de una representación de carácter románico.En cuanto al significado de las esculturas nos encontramos:
En la composición destaca la figura central de Cristo en Majestad (Maiestas Domini) dentro de una mandorla que simula con nubes un espacio celeste. En este caso Cristo no aparece como un juez severo, portando desafiante el libro de la Ley, sino indicando al peregrino el camino de salvación con la derecha, levantada hacia el signo de la cruz que portan dos ángeles en el registro superior, mientras que con su mano derecha hacia abajo hace al ademán de apartar a los malditos. Su majestad queda realzada tanto por el acompañamiento de dos ángeles con candelabros en la base, alusión a la luz que representa Cristo, y otros dos con cartelas en la parte superior.  Bajo los pies de Cristo, aparece el arcángel San Miguel pesando las virtudes y los pecados de las almas frente a la burlona figura de Satanás que, con sonrisa sarcástica y empujando con el dedo la balanza, intenta hacer trampas para quedarse con un alma. En la parte superior y a cada lado, los ángeles tocando trompas anuncian el comienzo , el momento en que comienza la resurrección de la carne y cada cual tiene que enfrentarse a su juicio personal.Tras de él, los ángeles llevan la Cruz, el hierro de la lanza y los clavos evocadores de la Pasión.
 
El Paraíso continua en el registro central, a la izquierda del espectador, donde los elegidos, se dirigen hacia Cristo. En el extremo izquierdo los santos son guiados por un ángel, apuntándose como Santiago el que camina apoyado en un bordón y a su lado el monje Arosnide, el que robara las reliquias de Santa Fe en Agen y las trajera a este lugar. Delante de ellos, el abad Dadom, fundador de la abadía, porta un báculo y conduce de la mano al emperador Carlomagno, su benefactor, caracterizado con corona y cetro, ambos acompañados de un séquito de cuatro personajes. 

En un espacio privilegiado aparece la Virgen en su papel de intercesora ante Cristo. Junto a ella San Pedro, portando un báculo y una llave de gran tamaño, y un abad no identificado, posiblemente Oldoric, promotor de las obras cuando se labró el tímpano. Sobre ellos cuatro ángeles sujetando cartelas con referencias a las tres virtudes teologales, fe, esperanza y caridad, y una alusión a la humildad.
 
 
Los suplicios continúan en el registro intermedio, donde dos ángeles armados impiden a los condenados escapar del Infierno, uno portando un escudo y una espada y otro una lanza estandarte. Junto a ellos, otros dos ángeles orientados a Cristo, uno portando el Libro de la Vida y otro agitando un incensario. Más a la derecha, a dos niveles; arriba un abad aferrado a su báculo es devorado por un monstruo y unos monjes son atrapados con una red por otro demonio; a su derecha es pisoteado un hereje que porta un libro; junto a él un falsificador de moneda es tirado de la barba. Más abajo aparece un rey desnudo atrapado por un diablo que burlonamente se arrodilla ante él; a su lado son humillados dos monjes indignos; en el extremo dos diablos burlones cuelgan por los pies a los borrachos.  La secuencia comienza con la figura de San Miguel pesando los pecados y un ángel, ( que no aparecen en la foto a la derecha ) a la izquierda del tabique central, abriendo la puerta del Paraíso a los elegidos y conduciéndoles de la mano al interior de un edificio con seis arquerías y lámparas colgantes. Bajo la arquería central aparece Abraham acogiendo en su seno a dos jóvenes santos, mientras que a los lados se colocan por parejas profetas, apóstoles y santas, dos de ellas portando tarros de ungüentos.  
 
En el nivel más bajo, en la parte central a la derecha, un demonio que arroja a los condenados a las fauces del infierno. 
En un espacio caótico presidido por la figura central de Satanás, al que un diablo cuchichea en la oreja mientras sujeta una serpiente entre sus genitales y pisotea a un hombre barbado. A su lado aparece el castigo de los siete pecados capitales, como la soberbia a la izquierda, representada por un caballero desmontado a golpes de su caballo; a su lado la lujuria, con una mujer adúltera con los pechos al aire y el cuello amarrado al de su amante; la avaricia, con un ahorcado con la bolsa de dinero al cuello; la envidia, con un calumniador al que cortan la lengua; la ira, con un personaje al que un diablo hace burla golpeando su cabeza; la pereza, representada por un hombre acostado al que otro diablo sume entre las llamas; en el extremo derecho la gula, con un goloso empujado sobre la olla. Sobre el dintel una frase amenazadora: "Pecadores, si no cambiáis vuestras costumbres, sabed que sufriréis un juicio temible".  Podemos contemplar a Sainte-Foy ( Santa Fe ) bajo la mano de Dios, junto a unas cadenas de prisioneros a los que ella ha liberado. Afortunadamente esta obra maestra de la escultura románica, se conserva completa y en muy buenas condiciones, a pesar de que a finales del siglo XIV fuera trasladada desde su ubicación original y colocada bajo un gablete con función de pórtico.